Dulces momentos, consoladores
1.¡Dulces momentos consoladores
los que me paso junto a la cruz!
Allí sufriendo crueles dolores
veo al Cordero, Cristo Jesús.
2.De sus heridas, la viva fuente
de pura sangre veo manar,
que, salpicando mi impura frente,
la infame culpa logra borrar.
3.Veo su angustia ya terminada,
hecha la ofrenda de la expiación;
su noble frente, mustia, inclinada,
y consumada mi redención.
4.¡Dulces momentos, ricos en dones,
de paz y gracia, de vida y luz!
Solo hay consuelo y bendiciones,
cerca de Cristo, junto a la cruz.