Un solo fundamento
1. Un solo fundamento y sólo un fundador
la santa iglesia tiene en Cristo, su Señor,
haciéndola su esposa, del cielo descendió,
y por su propia sangre su libertad compró.
2. Aunque es de muchas razas, disfruta de unidad:
solo una fe confiesa en santa caridad;
es uno su bautismo, un pan de santidad;
por gracia siempre espera una felicidad.
3. El mundo la contempla pasmado y con desdén:
de cismas desgarrada, de error y por vaivén.
Mas santos de vigilia no cesan en su orar,
y pronto por la noche oirán gozo y cantar.
4. Cercada de tumultos, de guerra y confusión,
la paz eterna espera, serena en su visión;
al fin, ya victoriosa, la iglesia terrenal
recibe por su premio descanso celestial.
5. Más ella aquí disfruta celeste comunión
con Dios y con los santos en paz y perfección.
Jesús, cabeza nuestra, concédenos lugar
con los que habitan siempre en tu celeste hogar.